Aunque la erupción del volcán Kilauea en Hawái no amenaza a ninguna infraestructura, las autoridades han advertido a los ciudadanos sobre los peligros que esta tiene para la calidad del aire debido a la niebla volcánica.
El Kilauea, uno de los volcanes más activos del mundo, comenzó a entrar en erupción el domingo.
El lunes, los científicos rebajaron el nivel de alerta, asegurando que no había amenaza de emisión significativa de cenizas a la atmósfera fuera del área limitada dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái. Aunque más tarde alertaron de niebla volcánica en algunas zonas de la isla más grande del archipiéago.
Los gases están presentes en sus concentraciones más altas en el área más cercana al cráter o a respiraderos de la cumbre. Combinados entre sí forman esa niebla volcánica, que puede extenderse por la Isla Grande e incluso llegar a las otras islas del Estado.
La niebla puede provocar ardor en los ojos, dolores de cabeza y de garganta en personas sanas. Puede enviar al hospital a personas con asma u otros problemas respiratorios.
El mapa de calidad del aire del departamento de salud del martes mostraba a Pahala, a favor del viento desde la cumbre del Kilauea, como «insalubre para grupos sensibles».