Londres es una fiesta en plenos preparativos para la coronación, este sábado, del rey Carlos III. Muchos ciudadanos, fanáticos de la Corona británica, ya están acampando en The Mall, la avenida que va del Palacio de Buckingham hasta la plaza de Trafalgar, para tener la mejor vista posible de este histórico acontecimiento.
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«Sigo a la familia real desde hace muchos años, les admiro, por todo el trabajo que hacen y el servicio que prestan a la gente a su país», cuenta una mujer. «Y solo quería estar aquí, participar en la celebración y demostrar al rey Carlos que no sólo sus compatriotas, sino la gente de todo el mundo, le admira. Estoy muy contento de que vaya a ser rey».
Se trata de la primera coronación que vive el Reino Unido desde 1953. Para algunas personas, como Margaret, este es motivo más que suficiente para aguantar la espera. «Estoy muy contenta, porque soy monárquica. Apoyo el hecho de tener un rey y una reina, y amo a mi rey y a mi reina. Queremos que lo sepan. Y además, va a ser un momento histórico, además de un espectáculo increíble».
Sea como fuere la fiesta debe continuar. El acto de la coronación tendrá lugar en la Abadía de Westminster, ante 2200 invitados —6000 menos que en la de Isabel II—.
Hasta el emblemático Big Ben de Londres, hermosamente iluminado, está también preparado para uno de los acontecimientos más esperados e importantes de la historia reciente del Reino Unido. Al fin y al cabo, no todos los días se corona a un rey.
