Es el caso más grave contra Donald Trump por intentar de revertir el resultado de las elecciones de 2020, que culminaron en el asalto al Capitolio.
Antes de abandonar el juzgado, Trump tuvo que aceptar una serie de condiciones, impuestas por la juez, para poder seguir en libertad, entre otras no violar la ley federal o estatal, aparecer en la el tribunal cuando le convoquen y no comunicarse con los testigos a menos que sea a través de sus abogados.
En el aeropuerto de Washington, antes de volver a Nueva Jersey, donde tiene un club de golf en Bedminster, se lamentó:“Este es un día muy triste para Estados Unidos… Cuando miras lo que está pasando, esto es una persecución de un oponente político. Se suponía que esto nunca sucedería en Estados Unidos. Esta es la persecución a la persona que está liderando por números muy, muy sustanciales en las primarias republicanas y liderando a Biden por mucho”.
En el exterior del tribunal se reunieron manifestantes contra el expresidente para celebrar festivamente el comienzo de un procedimiento que puede llevarle a prisión, aunque no aparatarle de las elecciones presidenciales.
Exhibieron pancartas con caricaturas y todo tipo de deseos de encarcelamiento y fin de su carrera política
