Un incendio forestal en la ciudad de Perpiñán, capital del departamento de los Pirineos orientales, obligó a las autoridades francesas a evacuar a más de 3000 personas de una zona de campamentos, cerca de la frontera con España. Se necesitaron más de 450 bomberos para controlar las más de 500 hectáreas que abarcaron las llamas.
Asimismo, más de una treintena de casas y un almacen fueron arrasados por los incendios. Las llamas se propagaron rápidamente debido al «calor extremo, la sequía y los fuertes vientos», explicaron los servicios de rescate.
Se conoció que durante los operativos, 17 bomberos sufrieron heridas leves y uno tuvo que ser hospitalizado por una caída. Ninguno resultó herido de gravedad.
Se ordenó el cierre de varias carreteras y se suspendió por varias horas el servicio de trenes de Perpiñán en dirección a España. La región de los Pirineos Orientales se ha visto más afectada que ninguna otra región francesa por la sequía devastadora.
