Durante sexenio de AMLO, el PRI pasó de ser el partido hegemónico a ser una “disminuida” oposición

Este 1 de octubre llega a su fin el sexenio del presidente, Andrés Manuel López Obrador, el primer mandatario emanado de un partido de izquierdo y durante esos seis años el hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Hidalgo pasó de tener mayoría en la cámara de diputados y gobernar el estado, así como en la mayor parte de los municipios, a solo tener dos legisladores locales y ganar una sola alcaldía.

Toda esta debacle inició precisamente en la elección en la que López Obrador ganó la presidencia de la república y en la que un millón de hidalguenses votaron a favor de su proyecto transformador.

 En aquellos comicios el PRI solo ganó una diputación de mayoría relativa, sin embargo, le fueron asignados cuatro curules más por representación proporcional, por lo que con cinco diputados fue la primera vez que asumió como oposición en el Congreso de Hidalgo.

Durante esos tres años inició una “disputa” entre la bancada mayoritaria del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y la del PRI, que se aglomero más cuando se disputaron la Junta de Gobierno, la cual primero estuvo en manos de los guindas aún con la incomodidad del entonces gobernador priista, Omar Fayad Meneses.

Para la elección del 2020, en donde se renovaron los 84 municipios sorpresivamente el PRI recuperó terreno al ganar 32 ayuntamientos y Morena solo lo hizo en seis.

 Sin embargo, un año después, cuando se renovó el Congreso local, Morena junto a sus aliados, Partido del Trabajo, Partido Verde y Nueva Alianza ganaron catorce de dieciocho curules, por lo que nuevamente el proyecto de la Cuarta Transformación alcanzó la mayoría.

Para el 2022, se disputaba la gobernatura, la cual el PRI buscaba retener, después de haber perdido varias en el país y Morena quería alzarse con la victoria en un estado históricamente tricolor.

Antes de las campañas comenzó la ruptura entre el entonces gobernador, Omar Fayad Meneses y la dirigencia nacional del PRI, por la imposición de Carolina Viggiano Austria como candidata de la alianza entre el tricolor, PAN y PRD, la cual sería encabezada por el blanquiazul.

Los resultados dieron como vencedor al morenista, Julio Ramón Menchaca Salazar con más de 600 mil votos y se convirtió en el nuevo gobernador del estado.

Con dichos resultados, y después de meses la situación del PRI se volvió aún más critica cuando sus cinco diputados locales y cinco alcaldes decidieron dejar su militancia por diferencia con la dirigencia nacional.

En la elección más reciente del 2 de junio, el tricolor no ganó ninguna diputación local por mayoría relativa y solo alcanzó la victoria en el municipio de El Arenal.

En términos generales, en seis años el PRI dejó de ser el partido histórico y hegemónico en Hidalgo a convertirse en una disminuida oposición.