Opinión
Educación religiosa

César Peña *
Uno de los más grandes debates que existe en diversas sociedades, sobre todo las cristianas-conservadoras, es si las religiones están capacitadas para impartir educación, lo que técnicamente es posible y ha sucedido, pero el meollo se centra es si pueden hacerlo sin un sesgo cuando se trata de abordar materias en las que la religión mantiene posiciones sumamente discrepantes respecto a lo que dice la ciencia.
No está por demás decir que la religión es contraria a los descubrimientos de la ciencia, son incompatibles y abiertamente contrarias en diversos terrenos sin embargo, diversos países han entregado esta responsabilidad a credos que desde las aulas reproducen no conocimientos solamente, sino ideología.
En el año 2007, las academias de ciencias de 67 países emitieron un comunicado reprobando la enseñanza del creacionismo sobre la teoría evolutiva, que desde su aparición en 1859 por Darwin, ha ido sepultando los prejuicios y los vacíos que la religión había diseminado profundamente.
No sólo se trata de materias como ciencias naturales con la cuestión del cuerpo humano, donde las religiones, sobre todo las cristianas, tienen un grave problema con la biología humana, la procreación y la sexualidad, que es evitada o de plano sólo tratada de manera muy sesgada, quedando a deber mucho.
La postura cristiana es clara: la sexualidad es terreno de cada familia y se entiende porque su libro sagrado, la biblia, es una guía arcaica de pueblos pastores que poco o nada sabían de la biología humana reproduciendo tales carencias en sus líderes, maestros, alumnos y planes de estudio.
Otro de los terrenos en que religión y ciencia son caminos paralelos irreconciliables, es el de la astronomía, donde la teoría del universo fue creado por un Dios, es contraria al Big Bang y al inicio de la vida por medios naturales, donde pese a todo, amplio sectores de la sociedad occidental-religiosa, sigue fiel a la idea de que una mano divina fue la que inició toda la vida.
¿Que tan convencido puede estar un maestro de física en una escuela religiosa enseñando las partículas, los átomos y la materia y cómo funcionan la Física Cuántica, la Relatividad o a Teoría de Cuerdas, si está convencido de que tales cosas van en contra de la creación de un Dios que hizo al hombre sólo de polvo y una costilla?
La historia como materia no queda exenta de este debate, donde la biblia enseña mil crónicas de profetas, apóstoles y autores que no pueden ser confirmadas por los investigadores serios y parecen más materia de fábulas y reproducciones orales que al paso del tiempo se fueron deformando espantosamente.
Y nuevamente en la historia de la religión, las conquistas y la Edad Media, es donde el cristianismo evita hacer juicios objetivos sobre su papel e intervención negativa en Europa y América, ya ni decir de los crímenes que han cometido y que siguen cometiendo en pleno siglo XXI.
La religión nunca ha estado capacitada para tomar las aulas y aún así lo han hecho con las respectivas consecuencias y deficiencias, no obstante, el Estado le ha permitido educar a generaciones de niños y jóvenes a los que les entrega certificados y títulos cuando es muy cuestionable el marco en el que lo hacen.
Es momento de que haya mayores controles para que particulares asociados a algún credo puedan dirigir alguna escuela o instituto, poniendo candados, más aún a la luz de que en estos lugares es común que haya depredadores sexuales como lo hemos visto con Maciel Marcial y otros delincuentes que las crean para tener acceso a sus víctimas como lo hacen los lobos con las ovejas encerradas en su corral.
- Escritor, periodista, economista y divulgador de la ciencia.







