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El partido de extrema derecha de Austria y los conservadores alcanzan un acuerdo presupuestario

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El líder de la extrema derecha austríaca, Herbert Kickl, y sus posibles socios de coalición alcanzaron un acuerdo para reducir el déficit presupuestario, un primer paso importante hacia lo que sería el primer Gobierno del país tras la Segunda Guerra Mundial dirigido por la ultraderecha.

Herbert Kickl, cuyo Partido de la Libertad (FPÖ) ganó las elecciones parlamentarias austríacas en septiembre, recibió hace una semana el mandato de intentar formar Gobierno con el conservador Partido Popular Austríaco. Este último ya había intentado formar Gobierno sin Kickl, pero las largas conversaciones con otros dos partidos mayoritarios fracasaron, y la cuestión de cómo sanear las finanzas del país fue un punto de fricción clave.

Este lunes, los dos partidos dijeron que habían acordado ahorrar unos 6.300 millones de euros este año, lo que situaría el déficit de Austria por debajo del máximo del 3% exigido por las normas de la Unión Europea.

Kickl dijo que eso se lograría sin nuevos impuestos, «con medidas contra las lagunas fiscales y los privilegios, en particular los de los grandes actores, con ahorros en el aparato ministerial, con el fin de las subvenciones excesivas». Los negociadores fueron imprecisos en cuanto a los detalles, ya que aún tienen que concretar un paquete financiero completo.

Las negociaciones aún podrían dilatarse en el tiempo

«Hemos logrado juntos, en tres días de intensas y buenas negociaciones, lo que no fue posible en unos 100 días en una constelación política diferente», dijo Kickl en alusión a los esfuerzos anteriores de los partidos mayoritarios.

Las negociaciones para formar un nuevo Gobierno podrían durar semanas o meses y no está garantizado su éxito. Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, ha asumido el cargo de canciller interino después de que el conservador Karl Nehammer, líder de Austria durante los últimos tres años, dimitiera tras su fallido intento de formar una nueva coalición.

Schallenberg se dirigía este lunes a Bruselas para reunirse con altos funcionarios de la UE ante la perspectiva de una Austria liderada por el Partido de la Libertad, euroescéptico, amigo de Rusia y contrario a la inmigración.

Antes de su viaje, declaró que «mi mensaje es claro: Austria es y sigue siendo un socio fuerte, fiable y constructivo en la Unión Europea», y que la UE puede seguir contando plenamente con Austria en política exterior y de seguridad, informó la Agencia de Prensa de Austria. Sin embargo, Schallenberg no tiene previsto permanecer en el Gobierno de Kickl y no puede hablar en nombre de la posible nueva coalición.

Fuente:es.euronews.com

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