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Mangione es acusado de cargos de asesinato, armas y acoso por matar al CEO de UnitedHealthcare
El sospechoso del asesinato del consejero delegado de UnitedHealthcare volverá a Nueva York para enfrentarse a cargos de asesinato.
Luigi Mangione renunció a su derecho a una vista de extradición durante una comparecencia ante el tribunal de Pensilvania el jueves. Esto despejó el camino para su regreso a Nueva York, donde el gran jurado neoyorquino acusó al joven de 26 años de once cargos.
Mangione se enfrentará a varios cargos de asesinato, entre ellos asesinato en primer grado y asesinato como acto de terrorismo, según informó la Fiscalía el martes. Mangione es sospechoso de haber asesinado a principios de mes en Manhattan a Brian Thompson, consejero delegado de UnitedHealthcare. Fue detenido en un McDonalds de Altoona (Pensilvania) la semana pasada, tras permanecer huido durante cinco días.
En el momento de su detención, Mangione llevaba consigo un plan detallado y un manifiesto manuscrito en el que calificaba a las compañías de seguros médicos de «parásitas» y denunciaba su avaricia empresarial. Mangione también escribió en el manifiesto que el ataque estaba diseñado para ser «selectivo» y «preciso», uno que «no arriesgara a inocentes».
En una rueda de prensa, el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, dijo que el sospechoso llevó a cabo un «asesinato aterrador, bien planificado y dirigido», y añadió que «se trató de un asesinato que pretendía evocar el terror.»
Ley antiterrorista utilizada en los cargos contra Mangione
Los fiscales de Nueva York están utilizando una ley antiterrorista de la época del 11-S, que establece que un delito subyacente constituye «un delito de terrorismo» si se realiza «con la intención de intimidar o coaccionar a una población civil, influir en la política de una unidad de Gobierno mediante intimidación o coacción o afectar a la conducta de una unidad de Gobierno mediante asesinato, atentado o secuestro». La ley eleva el delito a una categoría de condena más grave, lo que significa que si Mangione fuera declarado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
Mangione también se enfrentaba a otros cargos en Pensilvania, entre ellos cargos menores por tenencia de armas y falsificación. El joven de 26 años renunció a la vista preliminar por estos cargos a cambio de que el fiscal le entregara un informe de investigación de 20 páginas del Departamento de Policía de Altoona.
El fiscal del distrito del condado de Blair, Pete Weeks, dijo que quería entregar a Mangione a las autoridades de Nueva York lo antes posible, y que estaba dispuesto a dejar en suspenso los cargos de Pensilvania.
«Ahora está bajo su custodia. Irá a Nueva York a la espera de juicio o procesamiento por su homicidio y cargos relacionados en Nueva York», dijo Weeks. Fuera del juzgado del condado de Blair, en Hollidaysburg (Pensilvania), se vio a algunos simpatizantes con pancartas en las que se leía «Luigi, el pueblo te escucha», «El asesinato con ánimo de lucro es terrorismo» y «Liberen a Luigi».
El asesinato de Thompson suscitó un debate sobre la atención sanitaria en Estados Unidos. Muchos usuarios de las redes sociales expresaron su resentimiento hacia las compañías de seguros médicos, compartiendo historias sobre sus experiencias con reclamaciones denegadas, facturas elevadas y, a menudo, sintiéndose abandonados en el limbo por desacuerdos entre médicos y aseguradoras.
A raíz del asesinato, la Policía de Nueva York informó de un aumento del número de amenazas contra líderes empresariales. En Manhattan se pegaron carteles de «Se busca» con los rostros de otros ejecutivos.
«No celebramos a los asesinos ni ensalzamos la muerte de nadie», declaró el martes Jessica Tisch, comisaria de la Policía de Nueva York. «Cualquier intento de racionalizar esto es vil, imprudente y ofensivo para nuestros profundamente arraigados principios de justicia«.
Fuente:es.euronews.com
