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Semana Santa: Algunas curiosidades que quizá no sabías

La Semana Santa es una tradición cristiana que gira en torno la Pasión, la muerte y la Resurrección de Cristo.
Al tomarse como referencia la primera Luna llena de primavera, su celebración discurre siempre entre los meses de marzo y abril.
Aunque la Semana Santa se celebra en todo el mundo católico, España es uno de los países con más variedad y riqueza de tradiciones relativas a esta festividad.
Y es que en nuestro país (aunque no es el único) durante la Semana Santa se llevan a cabo las tradicionales procesiones, representaciones religiosas en las que el fervor religioso se entremezcla con la música, el arte, el colorido y la magia.
En ellas, las diversas cofradías acompañan a las imágenes en medio de la devoción y el respeto de los fieles.
¿Por qué se celebra en diferente fecha cada año?
Esta es, tal vez, una de las preguntas que la gente más se formula en estas fechas, y aunque es muy probable que muchos conozcan la historia, aquí os la contamos.
Para entenderlo es importante tener en cuenta que, según la tradición cristiana, Jesús murió en la cruz en la llamada hora nona, que es aproximadamente las tres de la tarde, de un viernes 3 de abril del año 33, en un día de Luna llena.
Y la Luna, de hecho, tiene un papel muy importante en esta historia. Pero para saber por qué la Semana Santa se celebra en una fecha distinta cada año debemos remontarnos al Concilio de Nicea I, celebrado en esta ciudad de Asia Menor en el año 325.
Durante el Concilio se decretó que el domingo de Resurrección siempre debía celebrarse el primer domingo después de la primera Luna llena que siguiera al equinoccio de primavera.
¿Qué quiere decir esto? Básicamente, que una vez pasado el equinoccio de primavera (el día 21 de marzo), la Pascua de Resurrección se tiene que celebrar el primer día de Luna llena, nunca antes del 22 de marzo ni después del 25 de abril.
¿Por qué se ayuna en Semana Santa y no se puede comer carne?
La tradición cristiana establece que durante los 40 días que dura la Cuaresma (en los que no se tienen en cuenta los domingos), que representan los días que Jesucristo estuvo en el desierto preparándose para llevar a cabo su ministerio y luchando contra las tentaciones del demonio, los católicos deben ayunar.
Y es que para los cristianos, la Cuaresma representa un tiempo de arrepentimiento, de reflexión y de preparación para la llegada de la Pascua de Resurrección, que empieza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.
Estos dos días son, según la tradición cristiana, de obligado ayuno y abstinencia. Así, los católicos tan solo deben tomar un plato al día, o dos si son más pequeños. También hay que tener en cuenta que durante el Viernes Santo los fieles deben evitar las carnes rojas (y también las blancas, las de ave).
Los juegos de azar en Viernes Santo
La tradición cristiana cuenta que después de crucificar a Jesús, varios legionarios romanos se sentaron al pie de la cruz para repartirse la ropa que le habían quitado al reo.
Intentaron dividir el botín en cuatro partes, pero como era una túnica sin costuras, de una sola pieza, finalmente decidieron echar a suertes quien de ellos se la iba a quedar.
Así que mientras Jesús agonizaba en la cruz esos cuatro soldados se jugaron a los dados su vestimenta. Por ello, la Iglesia católica no permite los juegos de azar en Viernes Santo.
¿Cuál es el origen de las procesiones?
Hemos de buscar el origen de estos desfiles en el teatro religioso. Durante la Edad Media, y como parte de los oficios litúrgicos, los autos de la Pasión se representaban en el interior de las iglesias y también en los pórticos, con la intención de que todos los fieles pudiesen tomar ejemplo de la Pasión de Cristo.
También era ejemplarizante el Vía Crucis, que consistía en acompañar a Cristo cargado con la cruz durante su penoso periplo hasta el Calvario.
¿De dónde proviene la tradición de comer dulces?
Resulta casi imposible hablar de la Semana Santa y no hacer referencia a la amplia variedad de deliciosos dulces que se consumen en toda España durante esta festividad.
Pero ¿sabemos por qué es típico comerlos? La respuesta la hemos de buscar en el ayuno que se lleva a cabo durante el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, cuando, para sobrevivir a las duras jornadas laborales, especialmente en el campo.
En algunos casos se permitía a los fieles ingerir pequeñas cantidades de productos que llevaban huevo y leche para compensar así la falta de proteínas.
Finalmente, y para todos aquellos que quieran conocer cosas todavía más extravagantes sobre la Semana Santa, podemos mencionar que en el pasado, durante este tiempo considerado de recogimiento y reflexión.
Existía la prohibición de escuchar música, de clavar clavos o de mantener relaciones sexuales, y en Viernes Santo no se podía beber alcohol, bailar, saltar, decir palabrotas, coser, planchar o, incluso, ¡limpiar la casa!
Fuente: nationalgeographic