Níger sufrió este miércoles un golpe de Estado encabezado por una junta militar, autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), que anunció la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno hasta nueva orden. El general Abdourahmane Tiani encabeza la junta golpista nigerina.
Tiani compareció este viernes como presidente del CLSP en la televisión pública nigerina y por primera vez tras el golpe, liderado por la Guardia Presidencial y apoyado por las Fuerzas Armadas, para dar cuenta de los motivos de su acción.
El golpe fue secundado por el Estado Mayor nigerino y ampliamente condenado por la comunidad internacional.
Cientos de personas se manifestaron en Niamey tras la detención hace dos días del presidente de Níger, Mohamed Bazoum, por parte de la guardia presidencial. Los manifestantes exigieron la retirada de las tropas francesas y, ondeando banderas de Rusia, reclamaban a Moscú como futuro aliado.
El presidente francés, que recibió a Bazoum en el Elíseo el mes pasado, ha pedido su regreso inmediato al poder:«Este golpe de Estado es perfectamente ilegítimo y profundamente peligroso para los nigerinos, para Níger y para toda la región. Por esa razón, pedimos la liberación del presidente Bazoum, la restauración del orden constitucional».
Desde Washington, el Gobierno estadounidense ha mostrado su apoyo.»Apoyamos firmemente al presidente elegido democráticamente y condenamos en los términos más enérgicos cualquier intento de tomar el poder por la fuerza y perturbar el orden constitucional. Pedimos la liberación inmediata del presidente y el respeto por el estado de derecho y la seguridad pública”, afirmaba Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
Níger sufrió este miércoles un golpe de Estado encabezado por una junta militar, autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), que anunció la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno hasta nueva orden.
El golpe fue secundado por el Estado Mayor nigerino y ampliamente condenado por la comunidad internacional.
Dos días después del golpe de Estado militar que depuso al presidente de Níger, Mohamed Bazoum, la calma reina este viernes en las calles de la capital Niamey, donde no hay presencia militar pero sí un dispositivo policial para prevenir nuevos disturbios.
Según pudo comprobar la agencia EFE, el transporte público funciona normalmente en la ciudad, los mercados están abiertos, así como los ministerios, y sus habitantes han acudido a sus puestos de trabajo.
En las calles de Niamey no se ve presencia militar, aparte de los soldados apostados en las casernas, pero sí se ha instalado un dispositivo policial para proteger la sede de la formación del presidente Bazoum, el Partido Nigerino de la Democracia y el Socialismo (PNDS), que fue atacada, quemada y saqueada este jueves por progolpistas.