En el este de Libia, el caos reina tras las devastadoras inundaciones que dejaron destrucción, miedo a enfermedades y una búsqueda desesperada de más de 10 100 desaparecidos según la ONU.
La cifra de muertos es incierta, aunque Naciones Unidas recoge los datos de la Cruz Roja Libia y apunta que en Derna hay 11 300 y fuera de ella otros 170. La mayor tragedia del siglo XXI que azota al país ha despertado la solidaridad de Occidente. Desde Trípoli, están llegando donaciones de suministros y medicamentos a las áreas afectadas. Las inundaciones, paradójicamente, han unido a una Libia dividida por 12 años de conflicto,
Ibrahim al-Sunwisi, periodista local de Trípoli señala: “Ciertamente ha habido algún tipo de confusión entre los dos gobiernos, el del Este y el del Oeste, pero el factor humanitario sigue siendo el más valioso y es lo que une y conecta a los libios”.
Un ejemplo es cómo los habitantes de la capital occidental de Trípoli donan sangre para las víctimas de las inundaciones de la ciudad portuaria oriental de Derna arrasada por la rotura de dos presas. Muchos cadáveres son recuperados cada día en las playas de la ciudad.