Un atentado suicida, durante una concurrida reunión del partido religioso Jamiat Ulema-i-Islam, JUI-F.
La policía ha llegado a cifrar en 75 las muertes en el atentado aunque periódicos locales hablan de más de cuarenta muertos.
Algunas fuentes locales hablan de 2000 heridos, alguno en estado grave.
El ataque, que tuvo lugar al norte del país, no ha sido reivindicado, pero en el pasado el Dáesh perpetró ataques contra este grupo, Jamiat Ulema-i-Islam, muy poderoso en esta zona de Pakistán con numerosas mezquitas y escuelas coránicas.
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FAYAZ AZIZ (REUTERS)
El grupo yijadista les acusa de hipocresía por apoyar a sucesivos Gobiernos y al Ejército.
El principal grupo paquistaní, el Tehreek-e-Taliban Pakistán (TTP), anunció el pasado diciembre el fin del alto un fuego alcanzado con Islamabad, al que acusó de incumplir sus compromisos en unas negociaciones de paz.
El país fue testigo de 271 ataques de militantes armados durante la primera mitad del año, en los que 389 personas fallecieron y otras 656 resultaron heridas, según un informe publicado a principios de julio por el Instituto de Estudios de Seguridad y Conflictos de Pakistán.
Un incremento significativo de las cifras en comparación al mismo periodo de 2022, cuando Pakistán sufrió 151 ataques que causaron 293 muertos y 487 heridos.