Hidalgo
“Ya dejen eso del huachicol, ya no se puede”, le dice una mujer por teléfono a un hombre.
César Peña
Tulancingo, 21 de enero.- Una conversación telefónica entre presuntos huachicoleros y sus familiares, revela la desesperación que viven ante las medidas implementadas a cabo por el Gobierno Federal.
Obtenida por este reportero, la comunicación muestra lo que fue este ilícito y lo que es hoy su nueva realidad.
Una voz de mujer, presuntamente vecina de la región de Tulancingo, le dice a un hombre del otro lado de la línea, – Ya guey, dejen eso, entiendan que ya no se puede el huachicol, no sean pinches necios -, – pero se va poder -, le responde el hombre. – No cabrón, lo que ya chingaste, ya chingaste, ya hicieron un chingo de dinero, se compraron lo que quisieron pero ya se acabó -, le menciona la mujer.
Pero el hombre no se queda conforme y cree que al reabrirse el ducto, podrán regresar a la actividad tras varios días sin tener una sola gota de combustible. – Ya se abrirá y vamos otra vez a hacer el negocio -, replica. La mujer, contundente, le menciona que mejor busquen él y su hermano, otra actividad a la que dedicarse. – Yo te la pongo así: ya no se va a poder y si no lo quieres entender es tu problema -, recibe de respuesta.
Por varios minutos, la conversación deja escuchar la gran desesperación del hombre por la “sequía” del ducto durante varias semanas lo que se ha traducido en nulos ingresos pues hasta las reservas que tenían almacenadas, ya se agotaron, se queja.
En el norte de Tulancingo, donde presuntamente se origina la llamada, según las autoridades se generó un gran almacenamiento de gasolina robada que era vendida en toda esta región.