Combatientes leales a Bashar al Asssad matan a decenas de personas en ataques de represalia

Los combatientes asaltaron varios pueblos cercanos a la costa del país, matando a decenas de hombres que se cree que están vinculados al régimen del expresidente Bashar Al Assad.

Los continuos enfrentamientos entre ambos bandos han supuesto la peor violencia desde que el Gobierno de Assad fue derrocado a principios de diciembre por grupos insurgentes liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham. El nuevo Gobierno se ha comprometido a unificar Siria tras 14 años de guerra civil. Los asaltos a las localidades costeras estallaron el jueves y continuaron el viernes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Más de 200 personas han muerto desde que estallaron los combates, según informó el grupo con sede en Gran Bretaña. Además de unos 140 muertos en aparentes ataques de venganza en los pueblos, entre los fallecidos hay al menos 50 miembros de las fuerzas gubernamentales sirias y 45 combatientes leales a Assad. La guerra civil que asola Siria desde marzo de 2011 ha dejado más de medio millón de muertos y millones de desplazados.

Los enfrentamientos más recientes comenzaron cuando las fuerzas gubernamentales intentaron detener a una persona buscada cerca de la ciudad costera de Jableh el jueves y fueron emboscadas por leales a Assad, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.

El jueves y el viernes, hombres armados leales al nuevo Gobierno asaltaron los pueblos de Sheer, Mukhtariyeh y Haffah, cerca de la costa, matando a 69 hombres pero sin herir a ninguna mujer, según el Observatorio. «Mataron a todos los hombres que encontraron», declaró Rami Abdurrahman, jefe del observatorio.

La cadena de televisión ‘Al Mayadeen’, con sede en Beirut, también informó de los ataques contra los tres pueblos, diciendo que más de 30 hombres fueron asesinados sólo en el pueblo de Mukhtariyeh. Otras 60 personas murieron en la localidad de Baniyas, entre ellas mujeres y niños, según el observatorio.

Las autoridades sirias no hicieron público el número de muertos, pero la agencia estatal de noticias siria SANA citó a un funcionario de seguridad no identificado que afirmó que numerosas personas se dirigieron a la costa en busca de venganza por los recientes ataques contra las fuerzas de seguridad gubernamentales. El funcionario dijo que las acciones «provocaron algunas violaciones individuales y estamos trabajando para detenerlas».

El presidente interino, Ahmad al Sharaa, pidió en un comunicado grabado en vídeo a los grupos armados afiliados al anterior Gobierno que entregaran sus armas y a los leales al nuevo Gobierno que evitaran atacar a civiles o maltratar a prisioneros. «Cuando comprometemos nuestra ética, nos reducimos al mismo nivel que nuestro enemigo«, afirmó. «Los restos del régimen caído buscan una provocación que conduzca a violaciones tras las que puedan refugiarse».

Las ciudades costeras bajo el control de los leales a Assad

Durante la noche, Damasco envió refuerzos a las ciudades costeras de Latakia y Tartus y a los pueblos cercanos que albergan a la secta minoritaria alauita de Assad y constituyen su base de apoyo desde hace mucho tiempo. Se mantuvo el toque de queda en Latakia y otras zonas costeras.

Bajo el régimen de Assad, los alauitas ocupaban altos cargos en el Ejército y los organismos de seguridad. El nuevo Gobierno ha culpado a sus leales de los ataques contra las nuevas fuerzas de seguridad del país en las últimas semanas. También se han producido algunos ataques contra alauíes en las últimas semanas, aunque el nuevo Gobierno afirma que no permitirá castigos colectivos ni venganzas sectarias.

El viernes, según el observatorio, Jableh y la ciudad costera de Baniyas seguían bajo el control de los leales a Assad, junto con otros pueblos alauitas cercanos y la ciudad natal de Assad, Qardaha, en las montañas que dominan Latakia.

Un residente de Qardaha dijo a The Associated Press en un mensaje de texto que las fuerzas gubernamentales estaban disparando con ametralladoras pesadas en las zonas residenciales de la ciudad. Otro dijo que la gente no había podido salir de sus casas desde el jueves por la tarde debido a la intensidad de los disparos. Ambos hablaron bajo condición de anonimato por temor a represalias.

Los enfrentamientos podrían avivar las tensiones sectarias

Gregory Waters, investigador asociado del Instituto de Oriente Medio que ha estudiado las zonas costeras de Siria, dijo que no espera que el brote se convierta en un enfrentamiento sostenido entre las dos partes. Sin embargo, le preocupa que pueda avivar ciclos de violencia entre las distintas comunidades civiles que viven en la costa.

Además, según Waters, cualquier violación por parte de las fuerzas de seguridad enviadas desde Damasco haría que los jóvenes alauitas tuvieran más miedo del nuevo Gobierno y fueran más propensos a tomar las armas. En Damasco, una multitud se congregó bajo la lluvia en la plaza de los Omeyas para mostrar su apoyo al nuevo Gobierno.

«Ya estamos hartos de largos periodos de guerras y tragedias», dijo el jubilado Mazen Abdelmajeed. Culpó de la violencia a los restos del antiguo régimen y dijo que hay que preservar la unidad de Siria.

«Nadie quiere una guerra civil«, afirmó. «No estamos en contra de ninguno de los componentes del pueblo sirio. … Todos somos un solo pueblo sirio».

Qutaiba Idlbi, investigador del think tank Atlantic Council, afirmó que, aparte del peligro de una escalada sectaria, la violencia había puesto al descubierto un «gran desafío de seguridad para el Gobierno en términos de su incapacidad potencial para hacer frente a múltiples amenazas a la seguridad en múltiples frentes en todo el país». Los grupos armados opuestos a las nuevas autoridades podrían tomar nota, afirmó.

El pueblo sirio pide ayuda a Rusia

Decenas de personas se reunieron el viernes frente a la principal base aérea rusa en Siria, cerca de Jableh, para pedir protección a Moscú. Rusia se unió al conflicto de Siria en 2015, poniéndose del lado de Assad, aunque desde entonces ha establecido vínculos con el nuevo Gobierno. Assad vive en Moscú desde que abandonó Siria en diciembre.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo en una declaración escrita que Moscú está «coordinando estrechamente los esfuerzos con los socios extranjeros en aras de una rápida desescalada de la situación».

«Reafirmamos nuestra posición de principio en apoyo de la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria», dice la declaración. «Esperamos que todos los Estados que tienen influencia en la situación en Siria contribuyan a su normalización».

Una advertencia de Turquía

Turquía, que respaldó a los insurgentes cuando Assad aún estaba en el poder, advirtió el viernes de que los combates actuales suponen una seria amenaza para el nuevo Gobierno.

«Se están llevando a cabo intensos esfuerzos para establecer la seguridad y la estabilidad en Siria», dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores turco, Oncu Keceli, en un post en X. «En esta coyuntura crítica, los ataques contra las fuerzas de seguridad podrían socavar los esfuerzos para conducir a Siria hacia el futuro en unidad y solidaridad».

Reacciones internacionales ante tal masacre

En enviado alemán, Stefan Schneck ha comentado en x.com que está conmocionado por el gran número de víctimas en el oeste de siria.

«Hago un llamamiento a todos para que busquen soluciones pacíficas, la unidad nacional, el diálogo político inclusivo y la justicia transicional. Debemos romper el ciclo de violencia y odio. #Alemania está dispuesta a ayudar en todo lo que podamos».

Michael Ohnmacht, encargado de negocios de la misión de la Unión Europea en Siria, hizo un llamamiento a todas las partes para que actúen con moderación y garanticen el derecho del pueblo sirio a vivir en seguridad y paz. Compartiendo el tweet de su homólogo alemán, Schneck.

Fuente:es.euronews.com