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#Opinión la columna #Demens de Hugo Cesar Martínez ” CONTEXTO HOSPITALARIO (I) por el Covid-19: reacciones y recomendaciones

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El fin de la vida en los hospitales, una situación que se ha vuelto un tema tenebroso, punitivo y hostil para las personas involucradas, tanto para pacientes como para los profesionales de la salud, este escenario es resultado; primero porque esta pandemia es especial, no contamos con la información suficiente, desconocemos parte de ella y es entonces que genera un grado mayor angustia en la percepción “psicoemocional”, aunado a la opinión de algunos expertos que pronostican se espera una nueva “Ola” de brotes, por ende esto viene a fortalecer el desarrollo de “ideas catastróficas”. Sin embargo es necesario conocer de manera objetiva la situación para saber identificar las áreas de oportunidad y planear la solvencia de las mismas, a continuación se describe el “Contexto Clínico”, que para ello retomamos los comentarios de la Dra. Luis Adriana Templos Especialista en Cuidados Paliativos, del Hospital “Dr. Manuel Gea González”, quien comenta que este contexto resulta ser “sui géneris” por las condiciones en que se desarrolla: para iniciar el paciente diagnosticado o con síntomas de sars-cov-2 , a su ingreso debe ubicarse en una habitación aislada, o por lo menos separado a dos metros de distancia de otro paciente, las visitas familiares serán nulas (por el riesgo de contagio), el personal que atienda llevara consigo un equipo de protección completo (cubre bocas, bata, googles, guantes, botas y/o trajes completos desechables), la asistencia sanitaria, se restringe al número de personal, los informes a los familiares de preferencia se realizaran por vía telefónica (para evitar contacto), si el paciente llega a fallecer, será colocado en una bolsa “hermética”, posterior a ello tendrá que ser cremado, (según las recomendaciones de las guías), el velatorio debe de tener un número reducido de asistentes (si es que se llegara hacer, no es recomendable) y tener medidas de sana distancia, aunado a esto cabe mencionar que existen tres “escenarios” posibles de pacientes con diagnóstico de coronavirus (según los especialistas); el paciente con síntomas leves (81% de la población pueden mantenerse en casa bajo los cuidados sanitarios) el paciente con síntomas moderados o cuadros intermedios (14%, tendrá que ser hospitalizados y podrían egresar a sus casas con cierta mejora clínica, esto es variable a las condiciones de salud de cada persona) y el paciente con síntomas graves (que representa un 2.5 a 5 % de la población, este individuo recibirá asistencia necesaria a terapia intensiva, y quien pude llevar acabo un choque séptico con falla orgánica múltiple, para terminar, pereciendo).
Esta situación cruda y objetiva, ocasiona: una sensación de despersonalización para los familiares del px, una sensación de terror, pensamientos fatalistas e ideas de abandono para el paciente, al momento este contexto clínico crea de manera instantánea una serie de afectaciones (según las condiciones individuales y las habilidades de afrontamiento) que van desde la angustia, incertidumbre, estrés agudo, crisis de ansiedad, problemas de sueño, incremento en la ingesta de sustancias, duelo y posible desarrollo de trastornos mentales, como el trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo compulsivo, o depresión, por mencionar algunos, de igual forma cabe comentar que aquellas personas, quienes padecen alguna psicopatología (y que se encuentre controlada) pueden sufrir alteraciones o recaídas, lo que incrementa la complejidad en el estado de salud del afectado y de los integrantes de la familia, en el fatal de los casos se puede presentar intentos de suicidios o consumarse los mismos.
Se prevén 3 fases de afectación a la “salud mental” para la población involucrada directa o indirectamente, con dos escenarios de análisis ante la pandemia, para la Fase # 1 donde encontramos a los “Síntomas temporales” (pesadillas, ansiedad y/o otras manifestaciones) la población general transitará según la numeralia de los expertos, de un 25 a un 90%, en la Fase #2 que habla de “Problemas psicosociales que afecten el funcionamiento” (problemas de sueño, irritabilidad, desesperanza, hipervigilancia) viajaremos de 10 a un 20%, y para la Fase #3, que menciona a los “trastornos graves” (antes mencionados) tendremos una oscilación del 2 % de la población general a un 12% de aumento por la presente situación, como podremos observar las cosas no serán igual cuando regresemos a las calles y a nuestra dinámica de vida cotidiana, ya que estas condiciones serán más frecuentes e irán a ala alza.

Es por eso que los especialistas comparten una serie de “recomendaciones”: una de ellas es llevar acabo los cuidados “Paliativos” de forma integral y eficientemente, ya que es un derecho humano plasmado en un “marco jurídico” en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, La Ley General de Salud, La NOM-011-SSA3, entre otros textos. Por ello los profesionales de salud que se encuentran en la primera línea de batalla, deben desarrollar una “orientación psicoeducativa” eficaz para los px, responder los cuestionamientos familiares, ya sean básicos o técnicos, realizar “asistencia emocional” u “abordaje psicológico”, distribuir material informativo, (como folletos) ya que resultan elementales y que al momento de su entrega puede generar un pequeño “vinculo de apoyo”, que fortalece el contacto previo a través de las llamadas antes abordadas, esta acción se realizara siempre y cuando sea breve y se mantenga las medidas sanitarias pertinentes como la sana distancia, es bien sabido que el poder de las palabras son inmensas por ello no dudemos en compartir la siguiente frase:
“sabemos que estás pasando por un momento difícil queremos que sepas que estamos contigo”.

P.D. ¡No te pierdas la próxima entrega!
#Continuara…
q.e.p.d. Tío C. R.