Hidalgo
La gripe española de 1918 dejó una profunda huella en la psique colectiva de los mexicanos y los hidalguenses
César Peña
Pachuca, 24 de febrero.- Fue brutal. Eliminó cientos de vidas en poco tiempo. La gripe española de 1918 dejó una profunda huella en la psique colectiva de los mexicanos y los hidalguenses por el número de muertos. Enormes fosas encontradas recientemente son la constancia de este episodio.
La comunidad de San Antonio Oxtoyuca, perteneciente a Zempoala, sufrió por este mal, su propia agonía. Aunque cuentan con su panteón desde inicios del siglo pasado, en 1910 tuvieron que enfrentarse a una realidad que los superaba y que los marcaría para siempre como a muchas poblaciones hidalguenses.
Donde se encuentra hoy su rodeo para el jaripeo y las montas, fue por décadas un jagüey que almacenaba agua. Sin embargo, las nuevas generaciones desconocían que ese mismo sitio fue habilitado como fosa común durante la irrupción de la gripa española.
Cuando se hacían las obras de este “lienzo charro” comenzaron a aparecer decenas de restos humanos que se contabilizaban por decenas. La alarma se contagiaba a toda la población, sostiene José Cruz, pero recordaron lo que los abuelos les contaron sobre los decesos causados por ese, pero no sabían, hasta ese momento, donde los habían enterrado.
Don Fabián Sánchez, en aquel entonces de 4 años de edad, perdió a todos sus hermanos y su padre en este episodio. Se quedó sólo con su madre quien cuidó de él, logrando vivir hasta los 94 años.
México se encontraba hundido en ese momento en plena guerra revolucionaria y sufría de enfermedades y hambrunas terribles.
En esta comunidad, la gripe española cobró la vida de más de 120 personas. No respetó Mujeres, hombres, ancianos o niños. Familias enteras se fueron sin dejar rastro y ni siquiera un epitafio que los recordara. 300 mil mexicanos murieron en el otoño de ese año, de los cuales, se calcula que 40 mil eran hidalguenses, siendo golpeados tanto municipios rurales como urbanos.
La gripe española que cobró en el mundo entre 20 y 40 millones de vidas según los antropólogos Lourdes Márquez Morfín y América Molina del Villar, fue influenza del tipo H1N1, como la recientemente vivida hace unos años.
