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Eslovaquia amenaza con cortar la ayuda financiera a refugiados ucranianos ante la tensión por el gas

El Gobierno eslovaco ha dado señales de estar contemplando medidas de represalia contra Ucrania después de que Kiev interrumpiera el tránsito de gas ruso que abastece a Europa Central.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, ha amenazado con retirar la ayuda financiera a más de 130.000 refugiados ucranianos que residen en el país, en una medida que formaría parte de una serie de represalias contra Ucrania tras su decisión de interrumpir el flujo de gas ruso a través de su territorio hacia Eslovaquia.
En un mensaje publicado en Facebook, Fico declaró que su partido, Smer, también considerará cortar el suministro eléctrico a Ucrania y exigirá la reanudación de los tránsitos de gas o una compensación por las pérdidas económicas que, según afirma, Eslovaquia ha sufrido debido al cese del suministro ruso.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hasta el 8 de diciembre había 130.532 refugiados ucranianos en Eslovaquia, la mayoría de los cuales cruzaron directamente la frontera compartida entre ambos países.
El fin del acuerdo de tránsito de gas ruso
El suministro de gas ruso a través de un gasoducto de la época soviética fue interrumpido el 1 de enero después de que Ucrania anunciara que no renovaría un acuerdo de tránsito de cinco años con Gazprom, firmado antes de la invasión rusa a gran escala. Durante meses, Eslovaquia intentó convencer al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para que renovara el pacto y así mantener el flujo de gas barato ruso hacia Europa.
Zelenski se negó a renovar el acuerdo, argumentando que no permitiría que otros países «ganaran miles de millones sobre nuestra sangre». En respuesta, Fico advirtió que detener el gas ruso aumentaría los precios de energía en Europa y afectaría más a la Unión Europea (UE) que a Rusia.
Aunque Eslovaquia aseguró no enfrentar desabastecimiento de gas gracias a acuerdos alternativos, Fico afirmó que el cese del tránsito supondrá pérdidas de 500 millones de euros en tarifas de tránsito provenientes de otros países. Además, estimó que la UE perderá 120.000 millones de euros en los próximos dos años debido al fin del pacto.
Medidas energéticas alternativas en Eslovaquia y la región
Eslovaquia firmó el año pasado un contrato piloto a corto plazo para comprar gas natural a Azerbaiyán y un acuerdo para importar gas natural licuado (GNL) desde Estados Unidos a través de Polonia. También tiene la capacidad de recibir gas mediante gasoductos en Austria, Hungría y República Checa.
Mientras tanto, Moldavia, que no es miembro de la Unión Europea, declaró un estado de emergencia energética en diciembre en previsión de graves problemas de suministro de gas tras el fin del acuerdo. La Comisión Europea afirmó que Europa estaba preparada para el cambio y que la mayoría de los Estados podrían gestionar el suministro sin gas ruso. Un portavoz explicó que los 14.000 millones de metros cúbicos anuales que antes transitaban por Ucrania podrían reemplazarse completamente con GNL y otras importaciones no rusas.
Tensión entre Eslovaquia y Ucrania
La disputa entre Eslovaquia y Ucrania ha escalado en las últimas semanas. Fico visitó el mes pasado al presidente ruso, Vladímir Putin, para discutir la provisión de gas y amenazó con cortar el suministro eléctrico de respaldo a Ucrania, del que el país depende en gran medida.
Por su parte, Polonia indicó que estaría preparada para aumentar sus exportaciones energéticas a Ucrania para compensar las posibles pérdidas provenientes de Eslovaquia. Zelenski acusó a Fico de ayudar a Putin a «financiar la guerra y debilitar a Ucrania». La semana pasada, el líder ucraniano afirmó que los esfuerzos de Fico para continuar el acuerdo equivalían a que Eslovaquia abriera un «segundo frente energético» contra Ucrania bajo las órdenes de Rusia.
Fuente:es.euronews.com