Ciencia y Tecnología
Estudio de paleogenómica revela alta consanguinidad en un niño de Paquimé, sacrificado hace más de 500 años

Arqueólogos y genetistas mexicanos y estadounidenses analizaron el genoma de un infante, posiblemente, sacrificado hace más de 500 años en la antigua ciudad de Paquimé, zona arqueológica localizada en el municipio chihuahuense de Casas Grandes. El estudio reveló el cercano lazo consanguíneo entre los padres del niño.
Los firmantes del artículo, publicado en Antiquity, revista editada por la Universidad de Cambridge, entre los que se encuentra el profesor e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), José Luis Punzo Díaz, resaltan el carácter interdisciplinario y transfronterizo de la investigación.
Esta colaboración permitió al equipo ser pionero en la extracción de datos genómicos, provenientes de restos humanos recuperados de las ruinas de Paquimé, lo que no se había logrado debido al daño que el intenso calor de la región produce en el ADN antiguo.
Respecto al individuo, cuyo material genético fue analizado, José Luis Punzo refiere que fue descubierto durante las excavaciones en el sitio, dirigidas por el arqueólogo Charles DiPeso, entre 1959 y 1961.
En la Casa del Pozo, conjunto habitacional que recibe el nombre por su cercanía a un subterráneo donde se celebraban ceremonias y rituales, además de miles de materiales exóticos, bajo un gran poste que alguna vez sostuvo un techo, se registró la osamenta de un niño, que contaba entre 2 y 5 años, al momento de morir.