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Muere Sergio Cisneros, Kiskilla, extecladista de Mägo de Oz

Sergio Cisneros, querido extecladista de Mägo de Oz, ha fallecido, según ha anunciado la propia banda a través de sus redes sociales.
En uno de los momentos más tristes de la música, pues quien se conoció artísticamente como «Kiskilla», pereció este 6 de marzo de 2025.
“Nuestro querido amigo ha dejado de sufrir y por fin ahora está donde no existe el dolor. Estos días en Madrid no para de llover y es que hasta el cielo llora su pérdida».
«Ha sido un honor compartir contigo el camino de baldosas amarillas. Espéranos y ve organizando un último concierto para cuando lleguemos los demás.”, dijo la banda de rock en sus redes.
¿Quién era Sergio Cisneros?
Conocido artísticamente como «Kiskilla», fue un talentoso músico español que dejó una huella imborrable en el rock y el folk metal en español.
Nació con una pasión innata por la música, destacándose como teclista y acordeonista.
Su destreza y estilo inconfundible lo llevaron a formar parte de una de las bandas más emblemáticas del género en España: Mägo de Oz.
En el año 2000, Kiskilla se unió a Mägo de Oz en una etapa crucial para la banda, aportando su maestría con los teclados y el acordeón en discos que marcaron a toda una generación.
Su participación en álbumes como «Finisterra» (2000), «Gaia» (2003) y «Gaia II: La Voz Dormida» (2005) contribuyó a enriquecer el sonido sinfónico y folk que caracterizó a la banda.
Gracias a su talento, Mägo de Oz logró consolidarse a nivel internacional, llevando su música a distintos rincones del mundo.
Tras más de una década con el grupo, en 2011, Kiskilla decidió emprender nuevos caminos y dejó la banda.
Sin embargo, su amor por la música lo llevó a unirse al proyecto de José Andrëa, exvocalista de Mägo de Oz, formando parte de «José Andrëa y Uróboros».
Con esta nueva agrupación, continuó demostrando su virtuosismo en el teclado y su capacidad de fusionar el rock con sonidos más sinfónicos y folk.
A lo largo de su carrera, Sergio Cisneros fue reconocido por su carisma en el escenario y su humildad fuera de él. Su versatilidad le permitió colaborar con distintos músicos y proyectos, siempre aportando su toque distintivo.
Además de su labor como instrumentista, Kiskilla también incursionó en la composición y los arreglos musicales, dejando su sello en cada producción en la que participó.