El Consejo de Estado de Francia confirma la prohibición de la abaya. El alto tribunal administrativo francés ha decidido respaldar la decisión del Ministerio de Educación de no permitir en los centros educativos del país el uso de este vestido, característico de los países islámicos.
La polémica, por supuesto, está servida. Vincent Brengarth, del Colegio de Abogados de París, denuncia que esta prohibición»no se basa en ningún texto jurídico. Es un anuncio puramente político por parte del Ministerio de Educación, coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar. Además, se trata de una prenda que no ha sido definida con precisión, y que se considera una prenda no religiosa».
El Ministerio defiende por su parte su polémica decisión argumentando que la abaya sí es «una vestimenta religiosa», lo que va en contra de la ley que prohíbe mostrar abiertamente símbolos religiosos en las escuelas públicas.
La prohibición entró en vigor al inicio del nuevo curso escolar. Varias decenas de alumnas se negaron a acatarla y no se les permitió entrar en las escuelas. Muchos profesores han decidido apoyar a sus alumnas, tachando la decisión gubernamental de «islamofóbica».
En al menos menos una escuela, los maestros han convocado una huelga, subrayando que «no quieren ser la policía del vestido». En el instituto Ambroise Brugières, en Clermont-Ferrand, la tensión llegó a tal punto el jueves queel padre de una estudiante de secundaria amenazó de muerte al director del centro por haber el acceso a su hija, que iba vestida con una abaya.
Desde el Elíseo, de momento, aseguran simplemente estar defendiendo el laicismo francés.